El Becario

Raulito quiere ser dibujante de cómics. Su padre no tiene tan claro su futuro, por eso lo anima a estudiar diseño gráfico. De repente, entra a trabajar en una empresa como becario para diseñar su imagen corporativa al completo. Parece una gran oportunidad, pero pronto descubrirá que las empresas no funcionan como él pensaba.

Jefes que creen saberlo todo, oficinistas que no se pueden ver, clientes desatendidos, líos amorosos, estrés, padres preocupados, sueldos de risa, empresas que quieren ser guays, envidias, horas extra nocturnas, cambios en todo siempre a última hora y un sin fin de opiniones sobre cómo hacer su trabajo.